Y por fin llegó el momento de acercarme a una de las zonas vinícolas nacionales más desconocías, visualmente, de este país; La Axarquía malagueña.
De la mano de Clara Verheij y de su marido André, o lo que es lo mismo Bodegas Bentomiz, pude comprobar aquello de la viticultura heroica: un acto de heroicidad es venir de Bélgica, pasando por Cataluña, Extremadura y terminar en este extremo de la Sierra de Málaga, ¡¡olé!!
Visité uno de los centros neurálgicos de la Moscatel de Alejandría y de una variedad tinta muy desconocida, la Romé; una uva autóctona de Andalucía que sólo se utiliza y está regulada en la DO Málaga.
Me encandiló el paisaje escarpado y plagado de viñedos verticales. El entorno y la calidad del aire que respiro, muy aromático. Su clima subtropical. La altitud; unos 500 m., pudiendo llegar a las 900 m.
No paro de preguntarme el trabajo que conlleva esa zona; con pendientes que pueden llegar al 40% de desnivel y rendimientos tan bajos de sus viejísimos viñedos, que ya nos enseñan los racimos, y esa mano de obra humana, quienes desempeñan un verdadero esfuerzo heroico.
Los vinos de bodegas Bentomiz, de terroir , son vinos muy francos, muy aromáticos, y marcan la tipicidad de las variedaded, y de su clima, viticultura ecológica.
Cabe destacar de todos sus vinos el blanco joven, seco sobre lías de la variedad moscatel. Y sus vinos dulces tanto el Ariyanas joven, como el Ariyanas pizarroso con una crianza en barrica, también de la variedad moscatel.
¡Y muy importante y necesario, si vais por la Axarquía!; No lo dudeis y contactar con Clara, y por favor.. ¡Tenéis que comer en su restaurante, y disfrutar de los vinos y de su entorno!
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